Te pido disculpas Elsa por postear esta basura después de tu positivo y brillante post. Espero que no lo ensombrezca. Me alegro por ti mucho, de corazón.
Me tiemblan las manos y se resisten a escribir. Mi cuerpo me boicotea y mi alma me boicotea. Con estas palabras que voy a escribir intentaré acabar con esta absurda situación de silencio incomprensible en la que me hallo metido, no con vosotras solo, no con el blog solo, sino en todas y cada una de las facetas de mi extraña vida.
Deciros que de todo corazón aprecio vuestro interés y preocupación, pero como en todo lo demás me siento incapaz de dar una respuesta adecuada o suficiente o mínimamente lógica. Y como en todo lo demás esto me atormenta hasta la parálisis.
Intento romperla. Lázaro, anda.
No sé cómo comenzó este proceso. Fue hace años? Hace meses? Desde luego poco tengo que ver en este momento con el Jaus aplomado lleno de respuestas y energía que pretendió regalaros la vida sin humo. Por cierto, lamento mucho saber que andais en ello de nuevo, parece que todo ha sido en vano.
Vivo una doble vida que ya me cuesta mantener, en la que un Andrés que se levanta a las 3 de la tarde en una pocilga desordenada y acusadora se coloca una careta y aparece en su trabajo, en su rol de jefe, como un tío normal y sonriente, disimulando, actuando, pretendiendo. Y funciona, nadie se percata de con quien habla. Termina el trabajo-sonrisa y monto en mi moto desastrada, sin frenos ni luces ya que otro día más he pospuesto arreglarlos, cosa que me lleva 10 minutos. Me largo disparado a esa casa sin hogar para enterrarme tras una pantalla que no me da nada, sino que me vacía y me remuerde. Siempre con la intención de arreglar y escribir y explicar. Y 8 o 10 horas más tarde cierro los ojos derrotado ante la evidencia de mi incapacidad y ante la perplejidad de asistir impotente a mi progresiva degradación.
Montaña de loza en el fregadero. Montañas de ropa esparcidas por todas partes. Todo por hacer, nada avanza, nadie a quien acudir, todo el mundo quiere ayuda y nadie quiere ayudar como no sea para cobrártelo al doble. Por esto huyo de las personas ahora, de ese vampirismo energético del que tan poca gente escapa, o eso percibo yo en mi paranoia. Todo el mundo intentando culpabilizar a los demás de sus historias, estoy harto.
Una ilustración: Ana, la vecina de enfrente, con la cual creí que nacía una amistad y sin embargo he visto que la realidad es que quiere “cazarme” mediante contínuos chantajes emocionales…en fin, una truculenta y decepcionante historia larga de contar pero que me ha hecho daño ya que me ha aislado todavía más: no me fío ni de mi sombra en este momento. No se puede ser generoso, y yo me regalo con demasiada facilidad, jamás aprenderé. Vive en la puerta de enfrente desde hace unos meses, y empezamos a tomar un te juntos de vez en cuando y a charlar y eso. Nacía una amistad que en este momento está en stand-by después de que pretendiese convencerme de su “enamoramiento” por mi, más falso que un duro de 4 pesetas lo cual se añade al hecho de que no es correspondida lo cual le comuniqué con descarnada claridad. Sin embargo insiste con burdas estrategias, la más recurrente de las cuales es intentar hacerme sentir culpable de cosas que no son mías. Hace días le comuniqué que me sentía mal y que quería estar solo ya que no me sentía capaz de corresponder a las personas que se acercaban a mi en la medida en que estas demandaban, y esto me hacía sentir fatal.
Reacción: cada día que llego a casa me encuentro “regalitos” o notas o cosas así que cualquiera puede entender que implican una “obligada” respuesta por mi parte. Claro, aparentemente son para “animarme”, pero coño, no es así. En mi soberbia opinión es un intento de aprovechar mi bajo momento para “ganar puntos” en plan “te cuido, te animo” sin respetar ni tener en cuenta el estado en el que me encuentro y que le acabo de explicar. Si te acabo de decir “me duele ahí” ¿por qué narices me tocas ahí??. Entonces me aislo aun más, solo percibo egoísmo disfrazado de "buenrollo" por todas partes y me siento confuso y desconfiado. Otro ejemplo:
Me llama Ana:
-“Hola Andrés, cómo estás?”
-“pues sobreviviendo”
- “te vienes a casa a tomar un te y charlar?”
-“lo siento, no me apetece eso, sigo bastante asocial” (ya se lo dije mil veces) “ahora mismo me voy con la Chú y la bici a dar un paseo nocturno, que la pobre hoy no salió y necesita correr kilómetros, si te apetece vente” (maldita la gana por mi parte de q viniese, pero…)
- “en bici?, no en bici no quiero, pero si vais andando…”
-“pues no, q la Chu necesita correr, vamos en bici”
(voz lastimera)- “ay, no me hagas eso, jooo…”
No se si se entiende el ejemplo. Pero ¿cómo que “no me hagas eso”? ¿Es que le estaba “haciendo” algo aparte de ofrecerle una posibilidad de cumplir sus deseos? ¿Cómo se pueden retorcer tanto las palabras? ¿Por qué todo dios insiste en pretender conseguir cosas mediante la culpabilización? No lo soporto, NO LO SOPORTO. Sin embargo cada tímido intento que hago por romper mi aislamiento y tender un puente al exterior se encuentra con cosas así. Todo el mundo está sediento de aprecio y la mayoría lo busca de forma agresiva (lo cual incluye los victimismos chantajistas).
Me he dado cuenta de dos reacciones muy diferentes ante mi silencio y malestar: las personas que lo han respetado sin exigencia y las que lo han usado para atacarme y enjuiciarme sin tener puta idea de lo que está ocurriendo. Esto ha servido para aclararme ciertas cosas. A las que mostrasteis interés respetuoso os doy sentidas (y tardías) gracias. A las que pretendisteis presionarme descalificándome sin saber deciros que cometeis un error y que no me tendréis nunca de esa manera. Que yo me sienta perdido y fuera de todo no implica que no sepa distinguir este tema ni implica que acepte apoyo a cualquier precio.
Excepto mi familia y 3 de vosotras (creo) solo se me acercan personas por dos motivos: demandando ayuda o acusándome de algo. Y cada vez más. Y yo cada vez más aislado.
Resumen de un estado incomprensible:
Averías pendientes de arreglo: goteo en lavabo y wc, cisterna de wc, luces y frenos de moto, horno, filtraciones bañera.
Escena en casa: caos total, desorden, suciedad, montañas de platos resecos y ropa arrugada, sábanas de 3 semanas por lo menos, mal olor, cactus muertos por desatención, plantas por el mismo camino, envoltorios de galletas por doquier, nevera vacía, estantería caída y en la posición en que cayó hace no menos de 15 días, notas “acuérdate de” sin mirar desde Enero, ventanas abiertas día y noche, bombonas sin gas, 1 cm de polvo en todas las superficies planas, montañas de papeles por organizar, etc.,etc. INHABITABLE, como yo.
Comunicaciones: no contesto al tfno. desde hace semanas, ni al interfono, ni al timbre de la puerta. Cuando raramente alguien llama reacciono automáticamente haciendo callar a Chú y esperando a que se marche mientras me muero de vergüenza y de ganas de partirme la cara. Es un suicidio, una actitud suicida. Mails sin contestar: todos. De gente excepcional que debe estar preguntándose si soy un hijoputa o estoy loco: parte de ellos. De personas a las que les ha supuesto un esfuerzo escribirme y no merecen ni entienden semejante desatención: varios.
Explicaciones reales dads: ni una, solo silencio que parece indiferencia sin serlo.
Personas decepcionadas y confundidas que contaban conmigo para cosas para las que les dije que podían contar conmigo: 7
Comida: aproximadamente una sólida cada dos días y un café por la mañana.
Drogas: cocaína y hachís por toneladas. (y no había tomado coca casi nunca! si no lo entendeis yo menos)
Mentiras al exterior para tapar en lo posible mi situación: una tras otra, nadie sabe nada, y odio verme mintiendo, no forma parte de mi naturaleza. En esto (ni en nada de lo anterior) tampoco soy yo…no tengo ni idea de “quien” o “qué” me está habitando. Quizá simplemente me esté volviendo majara, por lo menos sería una explicación. ¿O cómo se dice cuando una persona emprende continuamente acciones/omisiones que van contra si misma SIN QUE NADA APARENTEMENTE LE OBLIGUE A ELLO? Porque podría decir que son infantiles estrategias para llamar la atención si es que alguien se enterase, pero me cuido de que no sea así.
Atención a la empresa/ entorno laboral: piloto automático (y menos mal, sin no fuese yo el jefe ya estaría despedido).
Preocupación por estados ajenos más allá de la pregunta: escasísima.
Rumbo vital: vertical en sentido descendente, ya no es cuesta abajo, es caída libre en un pozo absurdo.
Esperanza de revertir la situación: TODA. Es paradójico, pero no es pesimismo lo que siento, sino lo diagnosticaría de Depresión Mayor y lo arreglaría. Pero no es eso, no me siento apático, sino ajeno, desconectado, incapaz, impotente. No hay quien lo entienda. Lo que puedo decir es que sí estoy bastante asustado por la posibilidad de que este proceso me lleve a un grado de aislamiento irreversible o a perder la razón de alguna manera, porque la presión que siento en el alma es brutal. Cada una de las cosas que enumeré arriba es un dedo acusador que me señala cada minuto del día apagando el menor atisbo de brillo en mi mirada.
Esto es un bosquejo de lo que hay con Jaus en este momento, es lo que me salió.
Necesitais una explicación a mi silencio y esto es lo que puedo decir. Quiero que sepáis y que quede bien claro que este silencio en ningún momento significó desprecio hacia ninguna de vosotras, ni hacia el blog tan lindo que se va construyendo.
Me cuesta un esfuerzo tremendo escribir, pero necesitaba agudamente intentar bajar tan siquiera uno de los dedos acusadores, y empiezo por este. Espero que tras este vengan los demás, uno a uno. Ahora me siento mejor, es la primera cosa en la que me veo cumpliendo lo deseado desde hace mucho tiempo!!! Que alivio por dios.
Me atrevo a pediros que por favor no me acuséis de cosas como que el blog esté desierto o que vuelva a haber humo en vuestra vida, (si tu no me acusas no te des por aludida), yo no me siento responsable de esas cosas: el blog es de tod@s y el fumar de cada un@, nada de ello mío.
No puedo sostener, de verdad no puedo, y tampoco quiero, más responsabilidad que la de arrastrarme fuera de este agujero vital y recomponerme lo mejor que sepa sin “ayudas”, porque algunas esconden “hipotecas” y yo no tengo “fondos”.
Me siento solo como jamás en mi vida me había sentido, no me reconozco. Estoy profundamente avergonzado de mi mismo.
No pido ayuda ni compasión. Sí respeto y en la medida de lo posible comprensión.
Un gran beso a cada una de vosotras, y de verdad espero que hasta pronto.
Regad las plantas.
Andrés.