lunes

la vida... tan callando


El sabado estuve en una de esas comidas en las que uno se reencuentra despues de muchos años con gente con la que compartió cosas, en esta en concreto celebrabamos el fin de la carrera.

Allí nos reunimos, como se hace siempre, para reirnos o llorar (según y como) el pasado, para contar el presente y para ver que queda mucha vida, que no hay tiempo que perder.

Estoy un poco blandita, ya lo habreís notado en el país si lo habeis leido, pero a riesgo de aburriros voy a contaros lo que me pareció:

- Somos los que fuimos, encontré allí en adultos los proyectos que eramos entonces, todos son quienes fueron, el que me parecia un pesao me lo siguió pareciendo y el que me interesó volvió a hacerlo, con una excepción, los tímidos lucen mejor ahora.

- Cada uno miraba hacia atrás con un talante, hay quien quiere olvidarlo, bien, pero nuestro pasado es nuestro pasado, no es susceptible de ser cambiado, el mañana puede pero el ayer????

y sin ayer ¿quien, qué somos?

- El cariño rancio, ese que no se ha renovado ni revisado, subsiste pese a vivir sin alimento y se asoma en estas ocasiones por los pliegues del corazón

- Fuí a hacer las fotos y les/nos vi allí tan alegres, tan "guapos" cada cual a su modo, claro aún no tenemos tantos años como para que la vida nos haya doblado, todo llegará.

Y hoy la vida sigue pasando.... así tan callando.

1 comentario:

Elsa dijo...

Por nada del mundo volvería atrás. Cambiar el pasado creo que no tiene mucho sentido, rectificar si lo necesitas lo veo mucho mas práctico

Marga la foto lo dice todo, así de sinuosas son nuestras vidas.

Aunque haya gente que pretenda mostrar que esas eses en sus vidas no existen, lo mejor es que creen que han conseguido engañarnos, eso a mí siempre me ha parecido divertido, me encanta reirme conmigo misma, si ell@s supieran lo que yo sé!!!!

Besos!